Un
estudio multicéntrico randomizado sobre malformaciones arteriovenosas cerebrales no rotas llamado "ARUBA" arroja unos inesperados resultados provisionales según los cuales la
intervención, bien sea
quirúrgica, endovascular, radioterapéutica o combinada, produce una
cifra de eventos (muerte de cualquier causa o ictus sintomático) que
triplica la que se produce con un
manejo conservador en un seguimiento medio de 33 meses. La idea es seguir a los pacientes entre cinco y diez años. Ante estos resultados
se ha decidido suspender la asignación de más pacientes al brazo intervencionista aunque se continuará el seguimiento de todos los pacientes. Cabe la posibilidad de que al aumentar el tiempo de seguimiento las cifras tiendan a igualarse, pero en ese caso cabrá preguntarse si es asumible el riesgo de una complicación a corto plazo para evitar un riesgo a muy largo plazo. Esperaremos a los resultados definitivos, pero tendremos que hacerlo con la mosca detrás de la oreja.
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Malformación arteriovenosa cerebelosa |
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