Una nueva referencia bibliográfica viene a dar más consistencia a la hipótesis de que el consumo de café reduce la probabilidad de sufrir un ictus en las mujeres (Stroke, marzo 2011). Un estudio de cohortes prospectivo realizado sobre más de 34.000 mujeres residentes en Suecia a las que se siguió durante un período medio de 10,4 años constata que la ausencia o escasez de consumo de café se asocia con una elevación del riesgo de ictus (incluyendo infarto isquémico y hemorragia subaracnoidea). No se observó este efecto en relación con la hemorragia intraparenquimatosa.
No es la primera vez que surge esta cuestión. Ya se había publicado en Circulation en 2009 un vasto estudio estadounidense sobre el seguimiento durante 24 años de una cohorte prospectiva de 83.000 mujeres en el que se concluía que no sólo no existía aumento del riesgo de ictus en las consumidoras de café, sino que este factor podría incluso disminuir ligeramente dicho riesgo.
Los estudios de cohortes prospectivos son estudios observacionales caros, que requieren esfuerzo y constancia por parte de los investigadores, que deben exhibir una descomunal capacidad para motivar a todos los participantes para que no abandonen un estudio que, en muchas ocasiones, se prolonga durante muchos años y viene a turbar periódicamente la paz del participante obligándole a cubrir molestas encuestas una y otra vez. No obstante pueden ofrecer información muy valiosa sobre aspectos que, en muchas ocasiones, no pueden ser abordados mediante estudios experimentales y pueden generar recomendaciones con efectos significativamente beneficiosos para la salud si se aplican a toda la población sensible.
En resumen: buenas noticias para las muy cafeteras.
1 comentario:
Yeeei! Una excusa más en mi defensa!!!!
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