neurorradiología

24 mar 2017

Cutis verticis gyrata

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cutis verticis gyrata



El cutis verticis gyrata es un trastorno del cuero cabelludo en el que se produce una redundancia del mismo que se ondula formando crestas y valles, o mejor, circunvoluciones y surcos, adoptando una apariencia que recuerda a la del cerebro. Puede ser primario esencial, primario no esencial (asociado a una serie de trastornos mentales) y secundario a multitud de trastornos. En el caso de nuestro paciente se trata de un cutis verticis gyrata secundario a acromegalia por presencia de un adenoma hipofisario secretor de hormona de crecimiento (GH). La acromegalia ocurre cuando la secreción excesiva de GH comienza después del cierre de las epífisis (si ocurre antes se produce gigantismo, en el que la más evidente de las alteraciones es la talla excesiva). Algunos de los cambios orgánicos que se producen a consecuencia de la alteración hormonal se pueden identificar como propios del fenotipo acromegálico. Lógicamente la exploración tomográfica de la que obtuvimos la interpretación de volumen mostrada en el vídeo y la foto no se realizó para el estudio de la alteración dermatológica. En el topograma de la izquierda señalada por las flechas podemos ver la silla turca aumentada de tamaño como consecuencia del adenoma hipofisario. Una búsqueda en google nos devuelve numerosas imágenes de cutis verticis gyrata.
El gigantismo es un trastorno que se presta a múltiples comentarios históricos y literarios. Yo haré aquí mi homenaje a un gigante cinematográfico que me dejó impactado en mi infancia. Se trata de Richard Kiel, el actor que daba vida a un asesino apodado "Tiburón" en la película de James Bond 007 titulada "Moonraker", enemigo implacable (y a priori, desde los ojos de un niño, invencible) de James Bond, con la dentadura de acero y una estatura de 2,17 metros que hacía que el famoso espía pareciese un niño a su lado. Pues 35 años después del estreno de aquella película (hace sólo tres años) "Tiburón" falleció en un hospital donde estaba ingresado tras caerse de un caballo, a los 74 años. Siguió ligado a la saga James Bond protagonizando videojuegos de la misma hasta poco antes de su muerte.

Muchas gracias a todos los que habéis aportado vuestras propuestas diagnósticas, certeras o no, tanto aquí como en las redes sociales. Confieso que tenía dudas sobre si me quedaría sólo en esta aventura pero me ha sorprendido vuestra colaboración y también vuestro talento. Quizá se repita la experiencia, con diversos grados de dificultad. Aprovecho la ocasión para agradecer también a los que sistemáticamente demostráis vuestro apoyo al blog en las redes sociales mediante "likes" o "retweets", cada uno de ellos es un estímulo.

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