neurorradiología

29 ene 2017

Atrofia multisistémica: enfermedad priónica


Atrofia multisistémica

La atrofia multisistémica es una enfermedad priónica. Los priones siguen siendo un completo misterio. Son proteínas con una composición normal pero con una conformación anormal que son capaces de inducir una alteración conformacional similar a la suya en proteínas similares normalmente conformadas. Se ignora el mecanismo por el cual una proteína induce al cambio en la otra, pero en esa transmisión de información no media síntesis proteica ni ácido nucleico alguno, por lo que este hecho constituye una excepción al llamado dogma central de la biología molecular. El descubrimiento hace mucho tiempo de la transmisión de las enfermedades priónicas acabó con la idea previa de que para transmitir una enfermedad se necesitaba la mediación de un virus o un organismo vivo como una bacteria (dejaremos para otra ocasión la polémica sobre si un virus es o no un ser vivo). Pero hacía mucho tiempo que no se descubría un prión nuevo. Es conocido el acúmulo de ciertas proteínas en el cerebro de pacientes con enfermedades neurodegenerativas, pero llevábamos mucho tiempo sin certificar el comportamiento priónico de ninguna de ellas. Esta publicación del PNAS, titulada Evidence for α-synuclein prions causing multiple system atrophy in humans with parkinsonism acaba con una larga sequía científica. Los autores han conseguido la propagación de una cepa priónica de alfasinucleina extraída del cerebro de pacientes que sufrían atrofia multisistémica. Sería demasiado pretencioso excluir a la atrofia multisistémica de la lista de enfermedades de causa desconocida pero parece que hoy estamos más cerca de comprender los mecanismos etiopatogénicos de la misma. Otras sinucleinopatías y taupatías seguirán probablemente el mismo camino en el futuro.

En las imágenes mostradas de nuestro Archivo de Neuroimagen podéis ver la resonancia magnética de un paciente con atrofia multisistémica del subtipo cerebeloso. La imagen de la izquierda es una secuencia potenciada en T2 obtenida en el plano axial  y en ella se aprecia claramente el signo del "hot cross bun" o panecillo de pascua (panecillo hecho con pasas y decorado con una cruz en su parte superior que se suele comer en Viernes Santo en algunos países) que consiste en una hiperseñal cruciforme protuberancial en secuencia T2 secundaria a la pérdida selectiva de fibras pontocerebelosas transversas y neuronas del rafe protuberancial. Hay un buen artículo sobre atrofia multisistémica en Radiopaedia.

La biología es sorprendente. En el siglo XXI todavía no tenemos claro si un virus es un ser vivo y una proteína anormal contagia su anormalidad a sus homólogas normales. No acabamos de encontrar una buena definición de la vida. Quizá todavía conoceremos algunos eslabones perdidos entre los seres inanimados y los vivos. Apasionante.

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